9 de enero de 1782: Tragedia en la mar (vecinos de Bocines a la pesca del besugo)
A veces buscando información para un tema, uno tropieza con hallazgos inesperados. En mi caso, consultando los libros de bautizos de la parroquia de San Martín de Bocines (Gozón, Asturias) [1], conservados en el Archivo Diocesano de Oviedo, hallé, entre dos partidas de bautismo, una lista de vecinos que se ausentaron el 9 de enero de 1782, a la misa de ese día.
En la misma se puede leer:
Lista de los vecinos de esta parroquia que faltaron el día nueve de enero de este año de 1782 yendo a la pesca al besugo en el puerto de Candás:
- Juan Morán, marido de Isabel Fernández de Luanco
- Juan Morán, hijo del de arriba, marido de Luisa Muñiz de Santiago
- Pedro Rodríguez, marido de Josefa García
- Josef Suárez, marido de Josefa Muñiz
- Gerónimo Cuervo, marido de Bernarda Suárez
- Juan García Salines, marido de Josefa Mori
Miranda
Firmado: Andrés Francisco García Miranda
En 2024, gracias al blog de Historia de un lugar, Antromero, descubrí que la ausencia había acabado en tragedia a consecuencia de un temporal sobrevenido en aguas del Cantábrico ese mismo día 9. En la revista del concejo de Carreño, nº 4 "Candás en la Memoria", de diciembre de 2018, (páginas 13-14), David Pérez Sierra cuenta cómo el suceso quedó descrito en el libro de defunciones de la iglesia de San Félix. De ese modo descubrió que había salido del puerto candasín seis lanchas a la pesca del besugo con 114 hombres a bordo, de los cuales fallecieron 42. Todavía el día 14 de enero, una balandra llamada Santa Cristina, lograba rescatar frente a la costa de Cantabria a una de aquellas lanchas. Desconocemos, a falta de la consulta de los libros de difuntos de la parroquia de San Martín de Bocines, si alguno de los hombres que se ausentaron a la misa ese día, falleció también en tan trágico suceso. Pero, curiosamente, entre los fallecidos nombrados en el libro de difuntos de San Félix, aparece citado un tal Simón de Artime "vecino de la parroquia de Bocines", que murió ahogado durante el rescate de la balandra Santa Cristina y, sin embargo, no es citado en la lista de ausentes del cura párroco.
Antiguamente, la pesca en este mar giraba en torno a las costeras del besugo en invierno, y del bonito y la sardina en verano. La costera del besugo era una de las mas valoradas comercialmente desde la Edad Media. Su valor venía unido, además, al riesgo que suponía su captura, que coincidía con las peores fechas del año para faenar por el mal estado de la mar. Su pesca exigía, además, desplazarse varias leguas mar a dentro, empleando el anzuelo, en lugar de red, para su captura.
En aquella época era normal que hubiese campesinos que compaginasen las labores del campo con las del mar, para compensar las épocas de escasez o malos cultivos. El párroco, como se observa, se preocupaba de que la ausencia a misa fuera por una causa bien justificada.


Muchas gracias por esta información. Estamos tratando de recuperar la historia de nuestro pueblo y la pérdida de vidas humanas por estas costeras de invierno, generaron en Antromero un otoño demográfico. Todo apunta que la gran mayoría de desaparecidos de la parroquia en el Cantábrico, por la pesca del besugo fueron de Antromero. La investigación de algunos de los ahogados en la galerna de 1840 (fueron de la parroquia 15) así lo confirma.
ResponderEliminarEl texto del documento ya lo tenemos por gentileza de Geli Artime, no así la imagen. Desde aquí te pedimos permiso para poder publicarlo en nuestro blog:
Historia de un lugar, Antromero,
Por supuesto siempre indicando la procedencia del mismo y tú nombre. Esperando la autorización, agradecemos toda la valiosa información que proporcionas. Muchas gracias.