domingo, 5 de marzo de 2023

El hijo del Capitán Fanosa, José Pérez Bacener, y el himno de Riego

José Pérez Bacener era hijo de Manuel Pérez Fanosa, el "Capitán Fanosa", a quien le dedicamos la entrada anterior en este blog. Nació en Naguabo, Puerto Rico, el 3 de junio de 1817. Como ya apuntamos, su padre se incorporó al Ejército Expedicionario del general Pablo Morillo (la "Expedición pacificadora"), que partió de Cádiz rumbo a Montevideo el 17 de febrero de 1815, y se desvió para sofocar la sublevación de los insurgentes venezolanos. Tras una accidentada travesía y de participar en la toma de la Isla de Margarita, Fanosa desembarcó en Puerto Rico en el mes de mayo. Allí conoce a María de la O Bacener, hija de José Bacener y Antonia Aldao. Fruto de esta relación, que no terminó en matrimonio, nació José María de los Dolores Pérez Bacener. Dos años después de su nacimiento, su padre fue destinado de nuevo al "Ejército de Montevideo" y en octubre abandonó Puerto Rico rumbo a España. No regresó jamás. En 1826, María de la O tuvo que pagar la cantidad de 5500 reales que costaba legitimar a José como hijo de Manuel Pérez Fanosa para que, en el futuro, pudiera acceder a buenos colegios, a una carrera política o militar, o contraer un matrimonio ventajoso.

Antigua fotografía de Naguabo, Puerto Rico, plaza del ayuntamiento.

José comenzó su carrera militar en el año 1830, con 13 años, y en 1836 ya era maestro de cadetes. Al año siguiente es empleado en la Subinspección de Puerto Rico, hasta 1838, cuando, en la última fase de la Primera Guerra Carlista (1833-1840), es movilizado y tiene que embarcar rumbo a España. Llega a Santander el 2 de agosto de 1838, donde se incorpora al Ejército del Norte, a las órdenes de Baldomero Espartero, Atanasio Alesón y Francisco Javier Azpíroz. El destino quiso que, durante el asedio y rendición del castillo de Alpuente, en Valencia, entre el 26 de abril y el 2 de mayo de 1840, conociese por fin a su padre, veinte años después. También sería la última vez, ya que el 29 de junio, tras varias semanas enfermo, Manuel fallecía en la plaza militar de Segorbe (Valencia). Conocida la noticia, José se trasladó hasta allí para realizar el inventario de sus efectos personales. Con su muerte, además, se le concedió a su hijo el ascenso a Teniente por vacante de sangre. 

Finalizada la guerra, estuvo de servicio en Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco hasta octubre de 1841, que emigra a Francia, traslado que hay que relacionarlo con el fallido pronunciamiento que pretendía devolver la regencia a María Cristina de Borbón. Unos meses antes de partir, entre los días 26 de julio y 11 de septiembre, se encuentra en Asturias por motivos profesionales; desconocemos si llegaría a aprovechar su estancia para visitar a su familia de Tineo. Regresó a España en junio de 1843, cuando la regencia de Espartero había entrado en crisis y estaba a punto de llegar a su fin, continuando su servicio en Navarra y Aragón. 

En enero de 1844 se vio envuelto en el levantamiento de la Milicia Nacional en Zaragoza, que se había opuesto a su desarme. Ese mismo año vuelve por última vez a Puerto Rico, donde permanece hasta 1847, cuando regresa definitivamente a España, fijando su residencia en Madrid, en la Plaza de Bilbao, nº 7, 2º derecha (actualmente Plaza de Pedro Zerolo, en el barrio de Chueca), siendo vecino del escritor Ramón de Mesonero Romanos.

En el año 1854, entre los días 17 y 19 de julio, se ve involucrado en el pronunciamiento del general Leopoldo O'Donnell, que supuso el fin a la década moderada y el inicio del bienio progresista, además del retorno al gobierno de Espartero. Al año siguiente, por Real Cédula del 24 de febrero, se le concede la Cruz de San Hermenegildo con la antigüedad de 18 de noviembre de 1852.

En 1856 es también testigo del fin del gobierno de Espartero y al año siguiente se casa con Erlinda Clara Ramona Gramarén y Vorcy (también aparece como Vorey), hija del brigadier José Antonio Gramarén y de Juana Vorci y Fava. 

A diferencia de su padre, que destacó en el campo de batalla, José lo hizo como escritor militar. Así, por ejemplo, fue uno de los fundadores de “El Honor”, órgano del Ejército y de la Armada (Madrid, 1860-62), junto a Prudencio Naya y José Ferrer de Couto. Desde el 16 de julio de 1861 se tituló “El Honor. Gaceta militar y de la Marina” y a partir de julio de 1862 tomó el nombre de “El Eco del Ejército y de la Armada”, siendo perseguidos por sus debates y opiniones sobre la doctrina militar. José Pérez Bacener firmaba sus escritos como “Un jefe de infantería”. En dicha revista escribió varias series de artículos que versaban sobre la organización de la infantería española, como, por ejemplo, "Reseña histórica de las compañías de granaderos y cazadores, con  algunas consideraciones acerca de la influencia que el perfeccionamiento de las armas de fuego debe ejercer en la organización y enseñanza de la infantería y en los métodos de guerra sucesivos", cuyas ideas llegaron incluso a ser incluidas en el decreto orgánico de 23 de junio de 1864. 


También fue corresponsal de "La Gaceta Militar", a donde remitía "mensualmente dos extensas correspondencias sobre asuntos y cuetiones militares en Europa, traducciones de revistas y periódicos franceses, de los ingleses "The Times" y "The Navy and military Gacette" y algunos trabajos originales, entre ellos una serie de cinco artículos con el epígrafe, "Sobre el vestuario y equipo de la infantería", dos reseñas sobre la aplicación de los globos aerostáticos y la fotografía a la guerra y otros de menor importancia".

En 1861, por orden superior, creó una sección no oficial llamada "Crónica militar", en el "Memorial de Infantería", con trabajos originales y traducciones, sobre la organización de los ejércitos europeos. Otros artículos publicados fueron "Pensamiento filosófico de la Ordenanza", "La redención en el ejército". Tras 35 años de servicio se retiró por enfermedad en 1866. En el informe de servicios se detalla que "posee los idiomas francés e inglés". En 1875 se le concedió el grado de Coronel. Falleció en el año 1879.

Unos años antes, en 1873, escribe una carta dirigida a Francisco Asenjo Barbieri (el famoso compositor de zarzuelas como "El barberillo de Lavapiés" y "Pan y toros"), que se conserva en la Biblioteca Nacional de España, donde atribuye el Himno de Riego (himno nacional de España durante la República) a Antonio Hech, músico suizo, que habría conocido en Puerto Rico cuando era cadete y oficial en el regimiento de Granada, entre 1835 y 1837. Allí oyó decir a Antonio en muchas ocasiones "que había compuesto en 1820 la música del himno de Riego, lo cual era una cosa sabida y fuera de toda duda". Según José, Antonio Hech "había venido a España con las tropas francesas en la guerra de la independencia. En 1820 pertenecía como músico mayor a uno de los regimientos que proclamaron en las Cabezas de San Juan la Constitución de 1812, y según refería y recuerdo muy bien en aquellos días le encargó D. Evaristo San Miguel, jefe según creo del cuerpo en que servía Hech, que compusiera la música para el himno que acababa de escribir, recomendándole la prontitud y que tuviera un compás a propósito para que marchasen con él las tropasPor consecuencias de eso y como autor de la referida música obtuvo más adelante Hech de las Cortes de 1820 a 1823 una recompensa, que no recuerdo si fue honorífica o pecuniaria, la que se anuló en 1823". Esto le trajo al compositor "muchas persecuciones y disgustos", lo que le llevó a abandonar España y pasar a "Las Antillas españolas, en las que no había persecución ni mal trato para los liberales (...), prefiriendo la de Puerto Rico por tener en ella parientes". Según afirma, Antonio Hech -que cuando lo conoció tenía 50 años, más o menos- habría permanecido en Puerto Rico junto a su sobrino Felipe Hech, un conocido relojero suizo de la isla. Describe al músico como "de pequeña estatura, muy animado, con fisonomía muy inteligente, cara redonda, facciones firmes, ojos muy vivos y pelo casi todo blanco, pero que mostraba haber sido muy rubio". 


Bibliografía:

· Almirante, José, Bibliografía militar de España, Madrid, Imprenta y fundición de Manuel Tello, 1876.

· Baerga, María del Carmen, Negociaciones de Sangre: Dinámicas racializantes en el Puerto Rico decimonónico, Iberoamericana Editorial Vervuert, S.L., 2015.

· Cifre de Loubriel, Estela, "La inmigración a Puerto Rico durante el siglo XIX", Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1964.

· Hartzenbusch, Eugenio, Apuntes para un catálogo de periódicos madrileños desde el año 1661 al 1870. Madrid, Est. tip. Sucesores de Rivadeneyra, 1894.

· Ossorio y Bernard, Manuel, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Volumen 1. Madrid, Imprenta y litografía de J. Palacios, 1903.

· Pérez Bacener, José, Organización de la Infantería. Colección de artículos publicados en el periódico militar "El Honor", en los meses de octubre y noviembre de 1860 por el segundo comandante de infantería, Don José Pérez Bacener, Gefe de negociado en la Dirección de la misma", Madrid, Imprenta Española, 1860.

Archivos:

· Archivo General de Simancas, Sección 1ª, Legajo P 1501.

· Biblioteca Nacional de España: "Apuntes biográficos de diversas personas, cartas y otros documentos, recopilados por Francisco A. Barbieri".


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