Luanco, una villa al abrigo del Cabo Peñas, en la costa central de Asturias, cuyo origen y gran parte de su historia se lo debe a la pesca, se convirtió a finales del S. XIX en un foco de atracción vacacional, sobre todo, a partir de la construcción del balneario La Rosario en el año 1890, el gran hito de esa nueva faceta turística [1]. Esto atrajo a varias familias acaudaladas de la burguesía de Oviedo y de Madrid, que comenzaron a levantar sus "modernos" chalets. Uno de ellos fue el conocido popularmente como "el Palacio de la Vallina" y se alzó en el solar que hoy ocupa el Colegio Público La Vallina. Fue edificado a finales del S. XIX y durante su poco más de medio siglo de existencia tuvo dos propietarios, los Elguero y los Boado. Un incendio lo consumió en el año 1961, quedando en pie solo los muros.
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El Palacio de La Vallina (Fuente: Colegio Público La Vallina) |
El palacete fue construido a expensas de los Elguero. Se desconoce al autor de los planos del edificio[2], pero su diseño recuerda a los châteaux franceses neogóticos del siglo XIX. Su distribución era la siguiente[3]:
- En el sótano se encontraba la sala de juegos, el planchador, la despensa, la cocina y el cuarto para salar la carne, llamado El muerto.
- La primera planta, a la que se accedía a través de una doble escalera exterior o patín, disponía de un amplio hall, que comunicaba con dos salones (El Salón y La Sala), un oratorio o capilla con vidrieras (transformado luego en despacho por los Boado) y un comedor grande y otro pequeño, conocido con los nombres de El Diario o El Comedorín, además de una terraza acristalada, La Serre. Había tres pianos, uno pequeño en El Comedorín , y otros dos, uno de cola y otro de pared, en los salones.
- En la segunda planta otro pequeño hall daba acceso a una pequeña sala o salita con librerías (El boudoir o tocador, donde acabó sus días la pianola del antiguo teatro-cine luanquín “Pabellón Ideal”) y a tres habitaciones, una llamada La Italiana.
- En la tercera planta había 6 habitaciones, más un trastero donde los Boado guardaban, entre otras cosas, la aspiradora y la enceradora.
- Finalmente, coronaba la azotea abalaustrada, una amplia serre (invernadero) acristalada, donde se encontraba también el depósito del agua.
Frente a la fachada Oeste del palacete se hallaba el edificio que albergaba la casa de los sirvientes y las caballerizas.
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Fotografía de la villa marinera de Luanco, a mediados del S. XX. A la derecha, marcado con un círculo, el Palacio de La Vallina |
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Finca del Palacio de La Vallina en un plano de Luanco de 1920 |
Durante la época de los Elguero, el palacete fue escenario de concurridas fiestas y eventos. Merece la pena la descripción que hace El Noroeste de la boda celebrada allí el 25 de agosto, de 1908, entre Francisca López de Ogallar y Fernández y Nicanor Rodríguez de Celis[4]:
Una boda
La ceremonia, no obstante celebrarse con carácter puramente íntimo, revistió gran solemnidad. La Capilla había sido ricamente engalanada con flores y luces con profusión, y cubierto el pavimento con valiosísimo tapiz. La novia realzaba su espléndida hermosura y suprema distinción con un riquísimo y elegante vestido de desposada. El novio vestía de rigurosa etiqueta. Apadrinaron a los contrayentes el acaudalado propietario de Luanco, D. José Elguero, y la distinguidísima señora doña Concepción López de Cabreiro, actuando de testigos por parte de la novia, su hermano político el teniente de navío D. José Cabreiro y don Luis Cifuentes, y por el novio, su hermano político D. Miguel Elguero y D. José Álvarez Montaño. Bendijo la unión el coadjutor de Luanco.
Al religioso acto asistieron, además de las familias de los contrayentes, las de La Reguera, Matanzos, Cabanillas, Vereterra, Álvarez Montaño, Cifuentes, González Blanco (D. Pedro), Fuentes y del Valle, Abad, Ceniceros y el virtoso párroco de Luanco, don José González Pola, y los sacerdotes don Acacio Pondal y D. José Rufino.
Terminada la ceremonia y en mesitas colocadas en el comedor y en la serre de la finca, se sirvió a los invitados un exquisito lunch. Los Sres. de Elguero hicieron los honores con exquisita cortesía y esplendidez, logrando que la boda del distinguido e ilustrado periodista se recuerde entre los invitados como una fiesta memorable.[...]
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Colegio Público La Vallina, construido en el mismo lugar donde se levantaba el palacete. |
LOS ELGUERO
Esta familia madrileña la formaban los hermanos Luis (1861-1906), Miguel (1862-1919), Micaela[5], Encarnación, Domingo (1876-?) y José Elguero Palós (1880-1911), y sus respectivas parejas, quienes disfrutaban de una importante posición económica y social gracias, al parecer, a sus negocios en América. Eran hijos de Luisa Palós y Febrer (†1882), natural de Madrid, y Domingo Elguero y Marroquín (1820-1882) natural de Vallejo de Mena (Burgos).
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Antiguo edificio que albergó el Casino de Luanco, hacia el año 2002. Ya no existe. |
Por diferentes fuentes escritas sabemos que el mayor de los hermanos era Luis, nacido hacia 1861, y el mas pequeño, José, que era el miembro mas activo de la familia. Este último estaba casado con Antonia de Elguero y Colin (de soltera, Antoinette de Colin y Casquette), de nacionalidad belga[6], con quien tendrían una hija, llamada Mercedes[7].
En 1910, José aparece como suplente del fiscal municipal de Gozón, Aniceto González González[8]. Ese mismo año, él y su amigo, el abogado Eduardo Bosquets[9], fundan la sociedad Casino Republicano de Luanco. Según queda recogido en el reglamento del casino, se escogió como sede un edificio de dos plantas en el nº 1 de la calle Mariano Pola, en aquellos años zona muy de moda y concurrida (el edificio ya no existe). Como secretario participó Bosquets y, como presidente, José. En los dos primeros artículos del reglamento se especifica que en el casino “se pueden celebrar reuniones, dar conferencias y veladas, pudiendo también tener lugar los juegos lícitos y demás medios de recreo y distracción”, sin desatender “la instrucción y recreo de sus socios”[10]. La cuota mensual era de una peseta.
“El 25 de septiembre se inaugura, en medio de una gran polémica, el Casino Republicano. El acto estuvo presidido por el diputado José Manuel Pedregal, que fue nombrado presidente honorario del mismo”[11].
Efectivamente, el Casino causó un gran escándalo entre los sectores mas conservadores del pueblo y de la región. Así, el 28 de noviembre, de 1910, el diario católico El Principado criticaba duramente a los "intelectuales" del Casino Republicano, que habían puesto a la venta en una frutería de la villa el periódico El Noroeste de Gijón y pretendían anunciarlo con un rótulo que decía "Se vende fruta prohibida".
José Elguero falleció casi un año después de inaugurado el casino, el 2 de septiembre de 1911, a los 31 años de edad[12]. Su entierro es noticia, precisamente, en El Noroeste[13], que informa que al mismo habían acudido, además de los familiares, el político José Manuel Pedregal[14], por entonces diputado a Cortes por el distrito de Avilés, el padre agustino Graciano Martínez[15], muy conocido por su labor literaria, y otras personalidades y amigos, como José García Rovés, juez municipal de Avilés, Eduardo Bosquets, Alberto Muñiz[16], juez municipal suplente de Gozón, y Paulino Vega, fiscal municipal de Gozón. El cuerpo se trasladó al cementerio de Luanco, en Santana, donde fue enterrado en la capilla-panteón que había construido la familia y que posteriormente fue vendida a la familia Baldomero Valdés.
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Antiguo panteón de la familia Elguero (después adquirido por la familia Baldomero Valdés) |
Su hermano Miguel nació en Madrid en 1862. Estaba casado con Leonor Rodríguez de Celis, madrileña, hija de Martín Rodríguez y de Ramona de Celis y Díez. En 1896 era socio de honor de la Cruz Roja Española, lo que permitía a sus miembros lucir un brazalete blanco con la insignia de dicho organismo. En el Archivo de Cruz Roja Española consta que le concedieron, con fecha 1 de marzo de 1897 la Medalla de Oro de esta institución. En 1898 formaba parte de la Directiva de la Comisión de Distrito del Hospital de Cruz Roja Española en Madrid, con el cargo de Tesorero y Vicesecretario de la Ambulancia de Estaciones de la Asamblea. El 1 de junio de 1900 le conceden la Medalla de Repatriación, que recibe el 12 de noviembre. Ese mismo año aparece como subscriptor de la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos. También fue condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica. También participó en las actividades del Ateneo Obrero de la localidad, llegando a presidirlo en el año 1910[17].
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Lápida con los restos de Leonor Rodríguez de Celis y Miguel Elguero en el cementerio municipal de Luanco |
El 2 de febrero de 1917, a las cuatro de la mañana, fallecía su mujer -a los 53 años de edad- de un “reblandecimiento cerebral”, según recoge el acta de defunción. El encargado de comunicar la noticia al juzgado es Eduardo Bosquets. No tuvieron descendencia.
Poco más de un año después, Miguel vuelve a casarse, esta vez con Eusebia Artime Fernández, natural de Luanco. Acuden al enlace Marcelino Vega Guardado, como padrino, y Ángel González Suárez, como testigo. Eusebia y Miguel realizan el viaje de novios al Monasterio de Piedra, en Zaragoza. Pero la desgracia no abandonó a la familia y Miguel fallecería en 1919, a los 57 años de edad, y Eusebia, al año siguiente[18]. Los restos de Leonor y Miguel están enterrados en el cementerio de Luanco.
Encarnación [19] estaba casada con el médico Fernando Castelo Canales, Decano de la Beneficencia provincial. El 1936 sabemos que todavía vivía, ya que aparece en el nº 175 del Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, del 22 de julio, cinco días después del estallido de la Guerra Civil, recibiendo la pensión de viudedad tras fallecer su marido.
De Domingo hemos logrado pocas noticias, salvo que tenía 42 años en el año 1918[20] y seguía vivo en 1949[21].
Tras los desgraciados fallecimientos, la familia decide abandonar Luanco y deshacerse tanto del chalet como de la capilla-panteón. Al parecer, es Antonia Colin la encargada de vender los bienes.
Después de varios años sin habitar, y tras un intento fallido de compra, el Palacio de la Vallina pasa a ser propiedad de los Boado en 1924, quienes, sin embargo, rechazan hacerse con la capilla-panteón por considerarla demasiado ostentosa para sus gustos. Será una rica familia de ganaderos, apellidada Valdés, quien la adquiera, obligando a trasladar los restos de Leonor Rodríguez y Miguel Elguero al panteón de la familia Dinten Artime, en el mismo cementerio municipal. Se desconoce dónde reposa José Elguero.
Ese mismo año el diario "Región", el 14 de agosto, se hace eco de una de las últimas fiestas organizadas por Antonia Colin, la viuda de José Elguero, donde se da cita lo mas granado de la burguesía asturiana[22]:
La juventud se divierte
Lucían combinadas y alternando con farolillos verbeneros, en la froda, bombillas de colores, cuyo pálido resplandor se mezclaban con la claridad difusa, opalescente, de la noche blanca. Tocaban los "tziganes" lánguidos y rítmicos valses vieneses, "fox-trots" ruidosos, que acicateaban los pies y alguno que otro castizo pasodoble. Las muchachas rubias o morenas, bellas o divinas, con las mejillas arreboladas en alegría por el continuado girar de las almendras de sus pies, sobre la alfombra del campo, sonreían de felicidad y acaso para no desaprovechar la ocasión de lucir la perlería alabastrina de sus de dentaduras.
Hay poesía en el ambiente, luz de esperanza en las almas y contento infantil y desbordador en los cuerpos juveniles, incansables al cimbreo cadencioso, en pasos regulados, que estereotipa la melodía bailable. Y no faltan, claro está, parejas abstraídas en dulce parloteo amoroso para quienes es un mito el correr de las horas[...]
La dueña de la posesión, señora viuda de Elguero, lucía un primoroso mantón negro, con su habitual distinción, Isabel Rodríguez de Celis, Dorita Ballesteros (¡divina criatura!), Ramoncita y Lola Menéndez Pidal, María Eugenia Gutiérrez, Carmina y Josefina Boado, Luz Fernández Santa Eulalia, Sara, Pilar y Remedios A. Uría, María Luisa, Lola y Conchita Fábrega, María Antonia, Enriqueta y Delfina Movill, Piedad y Conchita G. del Valle, Carmen Reparaz y Araujo, María Luisa Silva, Mari-Nena y Amparito Mendoza, Aminta Acha, Constancia Vega, Josefina Fernández, Amparo Caballero, Lola Robés, Ángeles y Conchita Fernández, Pepina Morán, Carmen García, Adelina G. Ramos, Maruja Vereterra, Amparín y Pura Escandón, Olvido Morán, Matilde Veilez, y las señoras de de Pascual, Reparaz, Escandón, Estrada Nora, luciendo todas preciosos mantones. Y las señoritas de Arrarás, Adriana Arteaga, Maruja y Emilia Sierra, Margarita, Maruja y Carmina Herrero, Lola y Queta A. Uría, Angelinos Moreno, Adelita Reparaz, Josefina Barbón, Ángeles Gómez, Josefina Menéndez Pidal, Rosario Canga, Pilarina Mori, Maruja Vega, Josefina Caballero y Adelina Gutiérrez. Señoras de Pidal, Vega, Reparz, Escandón, Pascual, Gómez Morán, Ballesteros, Blanco, Cavanilles, Vereterra, Boado, Escotet, Alvargonzález, Fernández, Arteaga, Mendoza, Silva, Rivero, doña Jesusa, de Vega, Fernández, don Ulpiano, Boado, don Luís; Bosquets, Moreu, Artime, García y otras muchas, cuya misión perdona pues no puede existir memoria para concurrencia tan numerosa. existir memoria para concurrencia tan numerosa.
LOS BOADO
La venta del chalet a los Boado se realizó a través del ya citado Alberto Muñiz Ovies, amigo de los Elguero y hermanastro de Luisa Natalia Álvarez y Gutiérrez, natural de Oviedo y viuda de José Boado y Castro, escritor y militar español (La Coruña, 1857 - Oviedo, 1900), considerado en su época una autoridad en armas portátiles. No sabemos si Antonia era supersticiosa y llegó a pensar en algún momento si el palacio estaría maldito, pero la trágica historia que siguió a sus nuevos inquilinos parecería confirmarlo.
La viuda de José Elguero, Antoinette de Colin y Casquette, vendió el palacio a Luisa Natalia Álvarez Gutiérrez, hija de Josefa Gutiérrez Llera [23] y Medardo Álvarez Escotet, integrantes de la alta burguesía industrial asturiana [24]. La compra se efectuó en el año 1924 con la intermediación del luanquín Alberto Muñiz Ovies (1871-1965), hermanastro de Luisa Natalia [25] y amigo de los Elguero.
Luisa Natalia, que ya había veraneado antes en Luanco con sus hijos [26], era viuda de José Boado y Castro (1857-1900), natural de La Coruña e hijo de Florentina de Castro López del Pan y José de Boado López del Pan [27].
José Boado y Castro -a quien nos gustaría alguna vez poder dedicarle una entrada del blog- había sido una autoridad en armas portátiles. Al finalizar sus estudios en la Academia de Artillería, fue promovido al empleo de teniente, siendo designado a las fábricas de armas de Trubia y Oviedo, donde pasó el resto de su vida como jefe de los talleres. En el año 1888 se le designó en comisión especial para hacerse cargo de tubos y manguitos de acero, y a comienzos de la década de los 90, realizó una gira por varios países europeos, entre ellos Inglaterra, Francia y Alemania, con el objetivo de "estudiar los adelantos de la fabricación de fusiles de calibre reducido" [28]. Todos esos conocimientos adquiridos los plasmó en numerosas obras, desde manuales técnicos para jefes y oficiales, a “cartillas” de instrucción para los soldados, ilustrados con dibujos y grabados hechos de su propia mano[29], como El acero y fabricación de fusiles (1899), impreso pocos meses antes de su fallecimiento[30]. También escribió artículos para la revista militar y científica Memorial de Artillería y para el diario El Carbayón, de Oviedo. Recibió las cruces del Mérito Militar y del Mérito Naval y era caballero de las órdenes de Carlos III y de San Hermenegildo. Poco antes de su muerte, en febrero de 1900, con cuarenta y tres años, había ascendido a comandante.
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Algunas ilustraciones de José Boado |
Luisa Natalia y José se casaron en 1890 y tuvieron siete hijos[31]: Luís (1891-1938), Florentina (1894-?), Natalia (1894-1945), Fernando (1896-1938), María del Carmen (1898-1987), Medardo (1899-1900) y Josefina (1900-1926).
El primero, Luis, de profesión abogado, se casó con Gervasia Estrada-Nora y tuvieron una hija, María del Carmen. Fue juez municipal de Gozón y, junto a su hermano Fernando, participó activamente en la vida social, cultural y política de la capital del concejo, Luanco, interviniendo en la creación de la agrupación local del partido Acción Popular y formar parte de la Corporación Municipal.
En la familia existía una gran afición a la música. Poseían una gran colección de partituras y todos ellos sabían tocar algún instrumento. A parte de los pianos “heredados” de los Elguero, incorporaron a la colección dos violines y un violonchelo, además de una pianola propiedad de Alberto Muñiz y originaria del antiguo cine-teatro Pabellón Ideal. Luis y Fernando, el primero al piano y el segundo al violín, formaban parte de un quinteto [32] que actuaba en pequeños conciertos que amenizaban diversos actos, entre ellos las misas de las fiestas patronales, como la del Corpus:
"A las diez dio comienzo la misa solemne, cantada por el coro de Hijas de María. Al coro acompañó un cuarteto musical formado por aficionados. Fernando y Luis Boado son dos artistas del violín y del piano, y que secundados eficazmente por Alfredo Rascón y Manuel Rodríguez, y bajo la dirección del maestro señor Maté forman un conjunto armonioso que deleita el oído." [33]
Luisa Natalia falleció el 4 de marzo de 1934, y cuatro meses después, el 17 de julio, su nieta, María del Carmen, a la edad de 9 años. Nadie podía presagiar, sin embargo, que lo peor todavía estaba por llegar. En 1936, a penas transcurrido un mes y medio del comienzo de la Guerra Civil española, a finales de agosto, un grupo de vecinos de Luanco, de ideología conservadora, entre los que se encontraban los hermanos Luís y Fernando, eran detenidos y fusilados.[34]
Tras la guerra, una de sus hermanas, Carmen, que residía en Madrid, y su marido Gonzalo de Córdoba continuaron pasando los veranos en Luanco. Entre los días 12 y 15 de julio de 1961, en medio de una galerna que sacudió la costa cantábrica en pleno verano[35], la azotea del palacete fue alcanzada por un rayo. La deteriorada red eléctrica, provocó un gran incendio que lo arrasó por completo, dejando únicamente los muros. Pocos objetos, como muebles, libros y partituras, lograron salvarse, llegando incluso a tirarse alguno de los pianos por la ventana, en un desesperado intento por salvarlos de las llamas. El siguiente capítulo lo dedicaremos precisamente a la música que se salvó, entre las cuales se encuentran algunas obras manuscritas.
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Pequeña figura de San José con el Niño Jesús en la capilla de Santa Ana (Luanco) procedente del oratorio del Palacio de La Vallina. Aún conservan sus caras con marcas del incendio. |
En los años setenta, la Asociación Deportiva de Luanco (ADEL), ante la carencia de instalaciones deportivas, recuperó la planta baja del edificio para gimnasio, construyendo una cancha polideportiva en los antiguos jardines. Pocos años después, tras la construcción del nuevo polideportivo, fue finalmente derribado para levantar el Colegio Público La Vallina, que se inauguró en el año 1986.
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El Palacio de La Vallina en una imagen de comienzos de los años 80, convertido en sede de la Asociación Deportiva de Luanco (ADEL) |
LA MÚSICA
Pocas cosas se salvaron del incendio del Palacio de La Vallina, y las que se salvaron fueron muy dañadas por el fuego, entre ellas, una pequeña parte de lo que debió ser una gran colección de partituras, muestra de la gran afición de los Boado a la música. Podemos dividirlas en dos grupos, entre partituras impresas, la mayoría, y algunas partituras manuscritas. Gracias a ellas conocemos los gustos musicales de una familia acomodada española de comienzos del siglo XX.
Partituras impresas
Entre los álbumes de zarzuelas, revistas, óperas y operetas, también encontramos fox-trot, two-step, danzas, canciones e himnos patrióticos, melodías que un día fueron un éxito y hoy pocas personas conocen. Casi la totalidad de las partituras son para piano solo, pero también encontramos para dúos, tríos, cuartetos, quintetos y sextetos (estas últimas, probablemente, formarían parte del repertorio de los conjuntos en los tocaban los hermanos Fernando y Luis Boado). A continuación, un listado incompleto (con algunos enlaces externos para ser escuchadas):
Ópera, Operetas, Zarzuelas, Revistas, etc. (con acompañamiento de piano)
- En las alas del deseo mi ilusión la ve flotar. Terceto y escena nº 17 de la ópera Marina de Emilio Arrieta.
- Schottisch de las Diputadas, del pasatiempo cómico-lírico en dos actos Las Mimosas de Ernesto Rosillo.
- Canción y fado de Esteban, de la zarzuela en dos actos El Pájaro Azul de Rafael Millán.
- Los Lagartijos, polka-pasodoble, de F. Wagner.
- Con una falda de percal planchá, de la zarzuela en un acto Cuadros Disolventes de Manuel Nieto.
- Polka del Silvato, de la zarzuela en un acto La Mari-Juana de Joaquín Valverde (hijo).
- Coro de la seducción, de la opereta en un acto La Czarina, de Ruperto Chapí.
- Habanera, de la zarzuela en un acto La Nieta de su Abuelo, de Ángel Rubio.
- Rondalla de los Quintos, pasodoble de la zarzuela en dos actos La Bejarana, de Emilio Serrano y Francisco Alonso.
- Mazurca de las Sombrillas, de la comedia lírica en tres actos Luisa Fernanda de Fernando Moreno Torroba.
- Fado, de la revista en dos actos Blanco y Negro, de Rafael Millán.
Colección L'Illustration / La Ilustración Moderna
- La Fileuse, ballade de Erminie Delavault y adaptación musical de Alice Sauvrezis.
- Ton Nez, de Paul Delmet.
- Minueto para piano de Augusto de León Yáñez.
- Celia, vals de salón para piano, de J. T. Vilar.
- La Ronda, de Claudio Martínez Imbert.
- Pei Campi, romanza de Joan Lamote di Grignon.
- Marcha Oriental, de Enrique Granados.
- María, nocturno de Luis Arnau.
- Paspié, de Claudio Martínez Imbert.
- Si mon amour était la rose…, de André Gedalge.
- Pavane, de Mel Bonis.
- Gavota, de Claudio Martínez Imbert.
- Miniaturas, minueto de G. E. Campa.
- Delusioni, romanza de E. Lladó.
- Boyra, mazurka de Amadeo Vives.
Fox-trot, Two-step, Charleston, Vals, Tango, Danzón (para piano sólo)
- The Ellington Intermezzo, two-step de Edwin Keppel Bennett.
- The Goose Step, fox-trot de Herman Darewski.
- Fox-trot, del ensayo de revista El Príncipe Carnaval, de José Serrano.
- Smiles, fox-trot de Francis Salabert.
- Beets and Turnips, fox-trot de L. Charlson (seudónimo de Joaquín Taboada Steger, 1870-1923).
- L’Entrainant, fox-trot de R. Fortuny.
- Al Uruguay, charleston de Ángel Ortiz de Villajos.
- Salome, fox-trot de Robert Stolz.
- Waya-Wais, fox-trot de W. Keppler Lais (seudónimo del pianista y compositor Patricio Muñoz Aceña, 1894 - 1940)
- Melodía, fox-trot de Evaristo Fernández Blanco.
- Take me back to the Garden of Love, de Nat Osborne.
- The Teddy-Bears Picnic, characteristic two-step de John W. Bratton.
- Hong-Kong, jazz-one-step de Von Holstein y Sanders.
- El Polichinela, vals del álbum de bailes de El Baile de Trajes, de Luis Foglietti.
- El Choclo, tango argentino de Ángel Villoldo.
- Ba-ta-clan, danzón para piano de William Padilla.
Fox-trot, Two-step, Vals, Tango, Danzón (para quinteto o sexteto)
- Oye, Nicanora…, schottisch de Francisco Alonso.
- ¡¡Viva Graná!!, pasodoble flamenco de Francisco Alonso.
- ¡Ya l’ha dao…!, schottisch de Francisco Alonso.
- Fox… terrier, caricatura fox-trot de Miguel Asensi.
- Mimitos, fox-trot de José F. Pacheco.
- Mamita, danza-habanera (tango) de José María Guelbenzu.
- Goes ou the dance, fox-trot de S. L. Dublink.
- Idealité, fox-trot de S. L. Dublink.
- Visión de Amor, vals triple Boston de S. L. Dublink.
- Bombay, fox-trot de Ricardo Yust y Vicente Gallego.
- Aires Asturianos, álbum musical de dos hojas impreso hacia finales de siglo por el fabricante de sidra Valle, Ballina y Fernández como obsequio - regalo.
Canciones, Himnos
- Flor de Mayo, de canción yucateca de Carlos Stevens.
- José Miguel, canción cubana de Alberto Villalón.
- A Una Perjuria, bolero de Alberto Villalón.
- El Ahorcado, canción de Juan Martínez Abades.
- El Sol de España, canción andaluza de Manuel Font.
- Amor y olvido, canción romántica de Pascual Marquina.
- En Mieres del Camino, canción asturiana de Juan Martínez Abades.
- El Amor es Frágil, canción holandesa de Manuel Faixá.
- Sus pícaros ojos, de Vicente Quirós.
- La Canción del Soldado, José Serrano.
- Himno Maurista, de Tejera.
- La Cruz de Guerra, de Juan Costa.
Además, poseían una larga colección de partituras de bolsillo (Kleine Partitur-Ausgabe) de la editorial Ernst Eulenburg, de Leipzig.
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Algunas de las partituras que se lograron salvar del incendio |
Por los sellos que aparecen en las partituras podemos conocer dónde fueron adquiridas: Oviedo, Avilés, Gijón, Santander, Donostia-San Sebastián, Madrid, Barcelona, en incluso La Habana (no olvidemos que Luisa Natalia había nacido en Cuba). En Oviedo, por ejemplo, en los Almacenes de Música y Pianos de Víctor Sáenz y en Almacenes de Música, Pianos y Armoniums de Francisco Tuero (luego Viuda e Hijos de Francisco Tuero); en Gijón, en Casa David; en Santander, en Almacén de Música, Papelería y Objetos de Escritorio Francisco Minchero; en San Sebastián, en Casa Erviti, y en La Habana en Casa Iglesias. De todos ellos Casa Erviti aún existe (y en el mismo lugar).
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Sellos de algunas de las tiendas donde fueron adquiridas las partituras |
Obras manuscritas
Tan interesantes o más que las partituras impresas son el puñado de partituras manuscritas que se salvaron de las llamas. A parte de diversas anotaciones con ejercicios y copias de otras obras [36] lo más interesante son, por un lado, un grupo de piezas breves para piano de Florentina Castro y Delpán, madre de José Boado y Castro, y fechadas en los años 1850 y 1851, en Betanzos (La Coruña, Galicia); y por otro, una pequeña misa y un motete, ambas compuestas para dos voces con acompañamiento de órgano o piano, sin firmar, aunque podrían ser atribuibles a alguno de los integrantes de la familia Boado [37].
Florentina de Castro López del Pan (o Delpán) era hija de Pilar López del Pan y Andrés de Castro Pasarín y se casó en el año 1857 con José de Boado López del Pan, diputado por Betanzos [38]. Sus partituras son piezas breves y sencillas para piano, como valses, polkas, mazurkas, chotis o danzas -en la moda del S. XIX-, algunas dedicadas a amistades como Carmen Maldonado o José Sotomayor. Están bautizadas con nombres como La Despedida, La Simpatía, La Primera Entrevista, Un Suspiro, La Campesina o La Candorosa.
A continuación, rescatamos del olvido las dos primeras, La Despedida y La Simpatía:
Por lo que respecta al Motete al Santísimo Ecce Panis está compuesto a dos voces y acompañamiento de teclado (órgano o piano), en tonalidad de Re Mayor y un tempo andante. No está firmado y es difícil saber si se trata de un original o una copia (aunque resulta sospechoso que el título de la partitura lo omita):
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Fragmento del Motete Ecce panis |
Tampoco podemos decir mucho más de la Misa, salvo que es obra de la misma mano y está estructurada de la siguiente manera:
- Kirie (moderato)
- Gloria: 2.1. Gloria in excelsis Deo (moderato - andantino cantabile) / 2.2. Qui tollis pecata mundi (adagio) / 2.3. Quoniam tu solus Sanctus (allegro moderato)
- Credo: 3.1. Credo in unum Deum (allegro moderato - andante) / 3.2. Et incarnatus est (lento) / 3.3. Et resurrexit (allegro moderato - moderato - allegro moderato - grave - moderato)
- Sanctus (grave)
- Benedictus (cantabile)
- Agnus Dei (moderato)
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Misa (fragmento del Credo) |
A continuación un extracto, el acompañamiento de órgano de "Et incarnatus est":
Finalmente, también se conservan cuatro piezas muy breves, a modo de obsequio, fechadas en los años 1910 y 1911, y firmadas en Oviedo por Andrés Iglesias, quizás el mismo personaje que aparece citado como "director de una banda particular de música en Oviedo" [39] y como compositor del pasodoble para gran banda y cornetas El 17 de Mayo, fechado en Oviedo, en 1902 [40]. Las piezas se titulan y están descritas de la siguiente forma:
- "Emilia". Danza popular asturiana para piano. Obsequio de Andrés Iglesias. Oviedo, noviembre, 1910. [41]
- "Felices Pascuas". Bonito vals para piano. Obsequio de Andrés Iglesias. Oviedo, diciembre, 1911.
- Un Recuerdo. Vals popular asturiano. Obsequio de Andrés Iglesias. Oviedo, mayo 1911.
- Recuerdo. Bonito vals para piano. Obsequio de Andrés Iglesias. [Sin fecha]
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[1] El 16 de agosto de 1913, los reyes Victoria Eugenia de Battenberg y Alfonso XIII, visitaron el pueblo con motivo de la Regata Crucero Gijón-Luanco)
[2] Se conservan algunos dibujos del proyecto que parecen relacionarlo con la arquitectura madrileña. Pando García-Pumarino, I., (2009). De las actividades recreativas tradicionales, al ocio mercantilizado: Luanco, una historia local 1890-1931. (p. 166). Ayuntamiento de Gozón.
[3] Información de la distribución facilitada en los años 90 del pasado siglo por Mercedes Muñiz Gutiérrez(†), quien trabajó para la familia Boado.
[4] El Noroeste, 31, de agosto, de 1908.
[5] Hemos encontrado algunas referencias indirectas a Micaela: en una noticia de El Imparcial, del 6 de abril de 1874, junto a sus hermanos Miguel, Luis y Encarnación, y en el nº 226 del Diario Oficial de Avisos de Madrid, del 13 agosto de 1884, como esposa de Julián Rodríguez Celis.
[6] Antonia aparece citada en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, del 17 de septiembre, de 1921, en una relación de propietarios de fincas afectadas por el trazado de la Gran Vía (Calle Atocha, 52 al 56). En la noticia de la boda de Mercedes Elguero, en La Correspondencia de España, del 28 de septiembre, de 1919, aparece citado un hermano de Antonia que ejerce de padrino y "ha llegado... de Lieja".
[7] Mercedes se casaría, en septiembre de 1919, con el valenciano Pascual González Guardiola (La Correspondencia de España, 28 de septiembre, de 1919). Tuvieron dos hijas, Susana y Marta. Desgraciadamente, Pascual fallecería pocos años después y Mercedes se volvería a casar, esta vez con un italiano, Luigi Ghiga, con quien tuvo otra hija. Información que agradezco a Eric Boucher, descendiente de Mercedes Elguero y en el momento de publicar este blog, Ayudante de Campo del Jefe de Defensa en el Ministerio de Defensa del Reino de Bélgica.
[8] Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, nº 263, 9 de noviembre, de 1910, pág. 3.
[9] Eduardo Bosquets también ejercía como organista de la iglesia de Santa María y llegó a ser alcalde de Gozón entre 1926 y 1930. Nació en 1881; su padre, que también se llamaba Eduardo, era natural de Valladolid y llegó a Luanco para ejercer como organista de la iglesia parroquial. También fundó la Banda Municipal y una academia de música. Su hijo estuvo siempre interesado por la cultura; durante su mandato como alcalde de Gozón, entre otras cosas, reorganizó la banda municipal, se creó la primera biblioteca pública circulante del concejo y se celebraron por vez primera los días del árbol y del libro. Fuera de sus actos como alcalde, participó en la fundación del Museo Marítimo de Asturias.
[10] Reglamento del Casino de Luanco, Biblioteca de Asturias, Signatura Ast C 574-12
[11] Cuervo Rodríguez, A., Pando García-Pumarin, I., (1996). La obra fotográfica de Eduardo Bosquets, 1900-1920 (p. XXXIII). Museo Marítimo de Asturias.
[12] Según consta en la esquela publicada en La Correspondencia de España, el 5 de septiembre, de 1911.
[13] El Noroeste, 5 de septiembre, de 1911, pág. 3
[14] José Manuel Pedregal y Sánchez Calvo (1871 – 1948), hijo de Manuel Pedregal Cañedo, fue miembro activo de la Institución Libre de Enseñanza, donde estudió bachillerato, y un destacado político republicano, que participó en la fundación del Partido Reformista de Melquiades Álvarez, logrando ser nombrado Ministro de Hacienda durante un breve período de tiempo (7/12/1922 a 4/4/1923).
[15] La vida y obra del escritor y padre agustino Graciano Martínez (Pola de Laviana, 1868 – Madrid, 1925), muy alabado en su tiempo como conferenciante en España y América, fue estudiada por el escritor luanquín Edmundo González Blanco. Entre sus casi 30 obras editadas, se encuentra el título “Las prodigalidades del Ministerio de Instrucción Pública y la Institución Libre de Enseñanza” (Madrid, 1915), que parece relacionarlo, siquiera indirectamente, con José María Pedregal.
[16] Alberto Muñiz Ovies –que realizó la carrera de derecho en la Universidad de Oviedo (aunque luego no ejercería) con profesores de la talla de Adolfo González-Posada, Rafael Altamira, Aniceto Sela, Melquíades Álvarez y Leopoldo Alas– fue uno de los fundadores del Teatro Carmen (1913) y el fundador del teatro-cine “El Pabellón Ideal” (1920), ambos en Luanco. Bajo su dirección formó, en 1921, el “Quinteto Ideal”, formado por Saturnino Rollán, primer violín, Aurelio González, segundo violín, Alfredo Rascón, flauta, y “Lin de la Roxa”, contrabajo.
[17] Pando García-Pumarino, I., (2009). De las actividades recreativas tradicionales, al ocio mercantilizado: Luanco, una historia local 1890-1931. (p. 86). Ayuntamiento de Gozón.
[18] Datos aportados hace algunos años por descendientes de Eusebia Artime.
[19] Encarnación también la encontramos en el nº 222, del Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, del 17 de septiembre, de 1921, en una relación de propietarios de las fincas afectadas por el trazado de la Gran Vía.
[20] Según consta en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, nº 238, sábado, 5 octubre, donde obtiene una licencia de arma de caza.
[21] A tenor de una sentencia que aparece publicada el 6 de julio de ese año en el Boletín Oficial de Estado (nº 187 - pág. 1496).
[22] Región, diario de la mañana, 14, agosto, 1924, p. 2
[23] Ambas participaron en la fundación de la Sociedad Anónima Hulleras de Veguín, en 1914, según consta en la escritura [Memoria histórica, análisis funcional y descripción de las construcciones para una consecuente valoración patrimonial sobre la minería y sus vestigios en el Valle de Fuentescalientes y el núcleo de Tudela Veguín, Oviedo (diciembre, 2011, p.22). Consejería de Cultura y Deportes del Principado de Asturias]. No era la primera vez que la familia invertía en la minería. No era la primera vez que intervenían en el negocio de la minería. El marido de Luisa Natalia, José Boado, había sido socio fundador de la Sociedad Anónima Minas del Peñón (Mieres, Asturias), en el año 1898, con un capital nominal de 1.000.000 de pesetas y con Aniceto Sela Sampil como presidente de la misma [Erice, F. (1980) La burguesía industrial asturiana, 1885-1920: Aproximación a su estudio].
[24] Luisa Natalia era de Oviedo, pero había nacido en Sagua la Grande (Cuba)
[25] La madre de Alberto, Juana Ovies Álvarez de la Reguera, se casó con el padre de Luisa Natalia, Medardo Álvarez Escotet. Pando García-Pumarino, I., Cuervo Rodríguez, T. (1998), Historia Gráfica de Luanco (II) Alberto Muñiz Ovies. La pasión por la imagen: Veinte años de fotografía y cine en Luanco 1913-1933 (p.37). Museo Martítimo de Asturias.
[26] La Prensa Diario independiente, 16, de julio, 1921, p.7
[27] La Obra de Julio de Atienza y Navajas, Barón de Cobos de Belchite y Marqués del Vado Glorioso en "Hidalguía" (pp. 22-24). Instituto Salazar y Castro, Madrid, 1993.
[28] Oliver-Copóns, E. de (1900) Nuestras fábricas. Oviedo. (p.27). Imprenta del Cuerpo de Artillería.
[29] Sisto Edreira, R. (2012), José Boado y Castro, en Álbum da Ciencia Culturagalega.org. Consello da Cultura Galega (http://www.culturagalega.org/albumdaciencia/detalle.php?id=316)
[30] Uno de sus libros, El manual del fusil Mauser para uso del ejército chileno, fue publicado como consecuencia del plagio que hicieron dos militares chilenos de su obra escrita para el ejército español. El Ejército de Chile pidió disculpas y encargó a Boado una nueva edición con su nombre.
[31] José había estado casado anteriormente con Isabel García de Montes y Bermúdez-Valledor, con quien había tenido un hijo, llamado también como él. Isabel era hija de "D. Ramón García de Montes y Fernández de la Trapiella, Abogado del ilustre Colegio y Audiencia de la Coruña, dueño de la Casa solar de Llamas. Concejo de Aller (Asturias), y de doña Antonia Bermúdez-Valledor y Pérez Sanjulián, dueña del pueblo y torre de Cormas, de la de Villafrial, de los Pazos de Benquerencia, Eiramola, Castropol, Vales y Vilarontc, á los que estaban anexos los señoríos jurisdiccionales de Lamas de Maraille, Terreiros de Villapedre y Matafagín" (Nueva Academia Heráldica, Tomo II, julio 1914, p. 76)
[32] Quizás continuación del "Quinteto Ideal" que había fundado Alberto Muñiz en el año 1921 y que citábamos en el anterior capítulo.
[33] Región, 25, junio, 1924, p. 7.
[34] En el mes de mayo, ambos hermanos ya habían sido detenidos y llevados a la Cárcel Modelo de Oviedo (Región, 8, de mayo, 1936, p. 13)
[35] La galerna causó más de 80 marineros muertos o desparecidos y 21 barcos naufragados en la costa cantábrica en plena costera del bonito.
[36] Entre ellas una copia de la romanza para tenor Alla Stella Confidente, del compositor italiano Vincenzo Robaudi, firmada por J. Arámbarri y fechada en Oviedo, en abril de 1893 (no debemos confundir con el compositor y director de orquesta Jesús Arámbarri y Garate, que nació en 1902).
[37] Como por ejemplo, Luisa Natalia, cuya nombre aparece casualmente en unos ejercicios de música, con fecha de 14 de diciembre de 1880 y en La Habana.
[38] La obra de Julio de Atienza y Navajas, barón de Cobos de Bechite y marqués del Vado Glorioso en "Hidalguía", Instituto Salazar y Castro. 1993. p. 22-23
[39] Guereña, J.L., Sociabilidad, cultura y educación en Asturias bajo la Restauración. 1875-1900. Real Instituto de Estudios Asturianos, 2005, p.159.
[40] Catálogo de Música Manuscrita, Vol. 1, Real Biblioteca, pág. 226
[41] Se trata de La Sirena, una habanera, también conocida con otras versiones o adaptaciones, como, por ejemplo, Ven a Luarca.
[8] Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, nº 263, 9 de noviembre, de 1910, pág. 3.
[9] Eduardo Bosquets también ejercía como organista de la iglesia de Santa María y llegó a ser alcalde de Gozón entre 1926 y 1930. Nació en 1881; su padre, que también se llamaba Eduardo, era natural de Valladolid y llegó a Luanco para ejercer como organista de la iglesia parroquial. También fundó la Banda Municipal y una academia de música. Su hijo estuvo siempre interesado por la cultura; durante su mandato como alcalde de Gozón, entre otras cosas, reorganizó la banda municipal, se creó la primera biblioteca pública circulante del concejo y se celebraron por vez primera los días del árbol y del libro. Fuera de sus actos como alcalde, participó en la fundación del Museo Marítimo de Asturias.
[10] Reglamento del Casino de Luanco, Biblioteca de Asturias, Signatura Ast C 574-12
[11] Cuervo Rodríguez, A., Pando García-Pumarin, I., (1996). La obra fotográfica de Eduardo Bosquets, 1900-1920 (p. XXXIII). Museo Marítimo de Asturias.
[12] Según consta en la esquela publicada en La Correspondencia de España, el 5 de septiembre, de 1911.
[13] El Noroeste, 5 de septiembre, de 1911, pág. 3
[14] José Manuel Pedregal y Sánchez Calvo (1871 – 1948), hijo de Manuel Pedregal Cañedo, fue miembro activo de la Institución Libre de Enseñanza, donde estudió bachillerato, y un destacado político republicano, que participó en la fundación del Partido Reformista de Melquiades Álvarez, logrando ser nombrado Ministro de Hacienda durante un breve período de tiempo (7/12/1922 a 4/4/1923).
[15] La vida y obra del escritor y padre agustino Graciano Martínez (Pola de Laviana, 1868 – Madrid, 1925), muy alabado en su tiempo como conferenciante en España y América, fue estudiada por el escritor luanquín Edmundo González Blanco. Entre sus casi 30 obras editadas, se encuentra el título “Las prodigalidades del Ministerio de Instrucción Pública y la Institución Libre de Enseñanza” (Madrid, 1915), que parece relacionarlo, siquiera indirectamente, con José María Pedregal.
[16] Alberto Muñiz Ovies –que realizó la carrera de derecho en la Universidad de Oviedo (aunque luego no ejercería) con profesores de la talla de Adolfo González-Posada, Rafael Altamira, Aniceto Sela, Melquíades Álvarez y Leopoldo Alas– fue uno de los fundadores del Teatro Carmen (1913) y el fundador del teatro-cine “El Pabellón Ideal” (1920), ambos en Luanco. Bajo su dirección formó, en 1921, el “Quinteto Ideal”, formado por Saturnino Rollán, primer violín, Aurelio González, segundo violín, Alfredo Rascón, flauta, y “Lin de la Roxa”, contrabajo.
[17] Pando García-Pumarino, I., (2009). De las actividades recreativas tradicionales, al ocio mercantilizado: Luanco, una historia local 1890-1931. (p. 86). Ayuntamiento de Gozón.
[18] Datos aportados hace algunos años por descendientes de Eusebia Artime.
[19] Encarnación también la encontramos en el nº 222, del Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, del 17 de septiembre, de 1921, en una relación de propietarios de las fincas afectadas por el trazado de la Gran Vía.
[20] Según consta en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, nº 238, sábado, 5 octubre, donde obtiene una licencia de arma de caza.
[21] A tenor de una sentencia que aparece publicada el 6 de julio de ese año en el Boletín Oficial de Estado (nº 187 - pág. 1496).
[22] Región, diario de la mañana, 14, agosto, 1924, p. 2
[23] Ambas participaron en la fundación de la Sociedad Anónima Hulleras de Veguín, en 1914, según consta en la escritura [Memoria histórica, análisis funcional y descripción de las construcciones para una consecuente valoración patrimonial sobre la minería y sus vestigios en el Valle de Fuentescalientes y el núcleo de Tudela Veguín, Oviedo (diciembre, 2011, p.22). Consejería de Cultura y Deportes del Principado de Asturias]. No era la primera vez que la familia invertía en la minería. No era la primera vez que intervenían en el negocio de la minería. El marido de Luisa Natalia, José Boado, había sido socio fundador de la Sociedad Anónima Minas del Peñón (Mieres, Asturias), en el año 1898, con un capital nominal de 1.000.000 de pesetas y con Aniceto Sela Sampil como presidente de la misma [Erice, F. (1980) La burguesía industrial asturiana, 1885-1920: Aproximación a su estudio].
[24] Luisa Natalia era de Oviedo, pero había nacido en Sagua la Grande (Cuba)
[25] La madre de Alberto, Juana Ovies Álvarez de la Reguera, se casó con el padre de Luisa Natalia, Medardo Álvarez Escotet. Pando García-Pumarino, I., Cuervo Rodríguez, T. (1998), Historia Gráfica de Luanco (II) Alberto Muñiz Ovies. La pasión por la imagen: Veinte años de fotografía y cine en Luanco 1913-1933 (p.37). Museo Martítimo de Asturias.
[26] La Prensa Diario independiente, 16, de julio, 1921, p.7
[27] La Obra de Julio de Atienza y Navajas, Barón de Cobos de Belchite y Marqués del Vado Glorioso en "Hidalguía" (pp. 22-24). Instituto Salazar y Castro, Madrid, 1993.
[28] Oliver-Copóns, E. de (1900) Nuestras fábricas. Oviedo. (p.27). Imprenta del Cuerpo de Artillería.
[29] Sisto Edreira, R. (2012), José Boado y Castro, en Álbum da Ciencia Culturagalega.org. Consello da Cultura Galega (http://www.culturagalega.org/albumdaciencia/detalle.php?id=316)
[30] Uno de sus libros, El manual del fusil Mauser para uso del ejército chileno, fue publicado como consecuencia del plagio que hicieron dos militares chilenos de su obra escrita para el ejército español. El Ejército de Chile pidió disculpas y encargó a Boado una nueva edición con su nombre.
[31] José había estado casado anteriormente con Isabel García de Montes y Bermúdez-Valledor, con quien había tenido un hijo, llamado también como él. Isabel era hija de "D. Ramón García de Montes y Fernández de la Trapiella, Abogado del ilustre Colegio y Audiencia de la Coruña, dueño de la Casa solar de Llamas. Concejo de Aller (Asturias), y de doña Antonia Bermúdez-Valledor y Pérez Sanjulián, dueña del pueblo y torre de Cormas, de la de Villafrial, de los Pazos de Benquerencia, Eiramola, Castropol, Vales y Vilarontc, á los que estaban anexos los señoríos jurisdiccionales de Lamas de Maraille, Terreiros de Villapedre y Matafagín" (Nueva Academia Heráldica, Tomo II, julio 1914, p. 76)
[32] Quizás continuación del "Quinteto Ideal" que había fundado Alberto Muñiz en el año 1921 y que citábamos en el anterior capítulo.
[33] Región, 25, junio, 1924, p. 7.
[34] En el mes de mayo, ambos hermanos ya habían sido detenidos y llevados a la Cárcel Modelo de Oviedo (Región, 8, de mayo, 1936, p. 13)
[35] La galerna causó más de 80 marineros muertos o desparecidos y 21 barcos naufragados en la costa cantábrica en plena costera del bonito.
[36] Entre ellas una copia de la romanza para tenor Alla Stella Confidente, del compositor italiano Vincenzo Robaudi, firmada por J. Arámbarri y fechada en Oviedo, en abril de 1893 (no debemos confundir con el compositor y director de orquesta Jesús Arámbarri y Garate, que nació en 1902).
[37] Como por ejemplo, Luisa Natalia, cuya nombre aparece casualmente en unos ejercicios de música, con fecha de 14 de diciembre de 1880 y en La Habana.
[38] La obra de Julio de Atienza y Navajas, barón de Cobos de Bechite y marqués del Vado Glorioso en "Hidalguía", Instituto Salazar y Castro. 1993. p. 22-23
[39] Guereña, J.L., Sociabilidad, cultura y educación en Asturias bajo la Restauración. 1875-1900. Real Instituto de Estudios Asturianos, 2005, p.159.
[40] Catálogo de Música Manuscrita, Vol. 1, Real Biblioteca, pág. 226
[41] Se trata de La Sirena, una habanera, también conocida con otras versiones o adaptaciones, como, por ejemplo, Ven a Luarca.
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